La argumentación es una práctica que se conoce y se valora
desde los inicios de la civilización occidental, en Grecia y Roma, alrededor
del siglo V a.c., la importancia que se le daba se le relaciona con su función protagónica
en la vida política, tanto en los diálogos de funcionarios para tomar decisiones,
como el intercambio de ideas de los políticos con la sociedad. En particular en
Grecia se valoraba la libertad de expresión, la crítica y la confrontación de
ideas, siempre y cuando estas se manifestaran con hábil manejo de palabras. Así,
en la larga historia de argumentación, se ha realizado esquemas o métodos para
la relación eficaz de ideas, entre los cuales se encuentran los siguientes:
a)
Comparación-contraste.
Establece una diferencia entre dos elementos, enfatizando en sus aspectos
comunes, o bien enfatizando la distinción, según sea el caso.
b)
Problema-solución.
Plantea un aspecto conflictivo del tema y propone la propia perspectiva como solución.
c)
Causa consecuencia.
Explica una situación como consecuencia de otra u otras en contra de las que se
manifiesta, o viceversa, analiza una situación e ilustra las consecuencias que
puede tener, si no se atiende
d)
De un
caso concreto a la generalización (inductivo). Toma y expone una situación especifica,
un hecho, el caso de una persona o lugar, etcétera, y generaliza a partir de le
para determinar característica o aspectos generales.
e)
Aplicación
de un modelo o teoría a un caso concreto (deductivo). Recupera una teoría,
un modelo o una propuesta ya existente de manera general, y la aplica a una situación
concreta y cerca.
LECTURA, EXPRESION ORAL Y ESCRITA
II, LAURA ELISA VARELA CABRAL/ MARUMA GODOY RANGEL, BOOK MART MEXICO, PAG. 126
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